Un 97 de Febrero caminando por Gran Avenida, viví un hecho increíble, un Perro estaba besándose con una Medusa, ví como estos animales se acariciaban, congeniaban y se enlazaban de una manera muy sensual. Inmediatamente nueve segundos después de aquel acto amoroso, la Medusa comenzó a parir cientos de bebés humanos en violetas y azules; los bebés violetas lloraban elegantes y amigables notas musicales, y los bebes azules lloraban rimas, poesía, romanticismo y metáforas con un aroma exquisito, pero lo más increíble de toda esta situación estaba por ocurrir... de pronto un hambre indómita se apodero de mis oídos y un dolor placentero sentí en las orejas... ¡me estaban creciendo dientes de tiburón en ellas!, y en un acto netamente de canibalismo musical, me zambullí de orejas sobre los bebés, y me los devoré a todos. (click en las caratulas pa descargar)
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